Con ello, es posible que incumpla con lo que se solicita que haga en esta tarea pero, después de investigar un poco sobre igualdad en mi municipio, me he encontrado, no con una figura destacada, sino con una institución al frente de la cual han estado varias mujeres destacadas, y que jugó un importantísimo papel en la sociedad española de principios del siglo XX. Algunas de estas mujeres eran ya conocidas, otras anónimas, pero todas ellas realizaron una tarea fundamental en cuanto a igualdad, lamentablemente borrada de la historia durante la dictadura, tras la guerra civil.
Os voy a hablar sobre la Residencia de Señoritas.
La Residencia de Estudiantes es más conocida, pues por allí pasaron hombres tan conocidos como Buñuel, Dalí, Lorca… Pero eso era lo “normal”.
El 8 de marzo de 1910 se aprobó una Real Orden que permitía el acceso a los estudios universitarios en igualdad de condiciones para hombres y mujeres, y en septiembre de ese mismo año otra Real Orden permitía que aquellas mujeres que se licenciaran pudieran ejercer la docencia en todos los niveles de enseñanza. En Madrid, en octubre de 1915, estando al frente de la misma María de Maetzu, comienza su actividad la Residencia de Señoritas, con el objetivo de alojar a las mujeres que fueran a cursar estudios de magisterio. No obstante, un año más tarde, se solicito ampliar su actividad para poder crear un ambiente favorable para el desarrollo intelectual y social de las mujeres que en ella residían, y fomentar la educación superior en otras ramas. Así se le dotó, por ejemplo, de biblioteca y laboratorio. Desde el inicio de su actividad hasta 1936 pasaron por allí centenares de mujeres (entre ellas también Victoria Kent), así como conferenciantes tan destacadas como Marie Curie, Clara Campoamor o María Montessori.
Con la llegada de la guerra civil, María de Maetzu presenta su dimisión (al tiempo que se la destituye) y queda al cargo un Comité presidido por Regina Lago. A principios de 1937, con las órdenes de evacuar Madrid, la Residencia de Señoritas se traslada a Paiporta, municipio en que resido, que por entonces contaba con poco más de 3.000 habitantes. Allí, en l’Hort de les Palmes, el Huerto de las Palmas, continuó su actividad hasta marzo de 1939.
En realidad l’Hort de les Palmes se encuentra en el término municipal de Picanya, municipio vecino, pero en la fecha en que allí se instalo la Residencia se consideraba que pertenecía a Paiporta, principalmente por la proximidad con la estación de tren de este municipio, y por el hecho de que el Comité Ejecutivo Popular del municipio confiscó la finca a sus propietarios, la familia Giner.
A diferencia del perfil de las estudiantes residentes en Madrid, al margen de las pocas que desde Madrid vinieron a vivir a Paiporta, la mayoría de residentes de l’Hort de les Palmes pertenecían a familias obreras, y la mayoría estaban becadas para cursar sus estudios.
En total, según el libro de altas y bajas, en la residencia se alojaron 38 mujeres hasta que cerró sus puertas en 1939. Estas mujeres convivieron en un ambiente de compañerismo y respeto, tratadas como iguales por sus profesoras (la mayoría de las cuales eran residentes en la Residencia en el curso 35-36), mujeres que las inspiraron con su ejemplo. En la Residencia estudiaban más materias que las convencionales: música, contabilidad, arte, etc. Además podían practicar deportes, asistir a conferencias o a actos culturales. No debemos olvidar que toda esta actividad cultural y docente se desarrolló en tiempos de guerra, lo que suponía un gran valor por parte de profesoras y alumnas.
A finales de diciembre de 1938 se nombra una nueva Comisión para la dirección de los grupos femeninos de las residencias de Paiporta y Valencia (donde también había una). Son Mª Luisa Abad, Mercedes Maestre y María Moliner las encargadas de la continuidad de la actividad de las Residencias. Tras la guerra, finalmente, el Grupo Femenino de la Residencia de Estudiantes desapareció. Cabe destacar el gran valor que demostraron estas mujeres, significadas, que se pusieron al frente de la Residencia cuando ya la contienda estaba prácticamente perdida. María Moliner se encargó personalmente de que la Residencia permaneciera abierta, cosa que se consiguió apenas tres meses. Tras la guerra las actividades docentes en la Residencia de Valencia pasaron a estar en manos de la Sección Femenina.
Al margen de la importancia que tuvo la Residencia en Madrid, la llegada de las Residentes a un municipio tan pequeño y rural como era Paiporta en aquellos años supuso un enorme ejemplo de lo que las mujeres podían hacer, de las posibilidades de acceso a la cultura, la formación académica, el trabajo fuera del hogar. Convivir y confraternizar con estas jóvenes fue un ejemplo para los y las jóvenes del municipio, y también para los mayores. Sin duda fue su ejemplo mucho más enriquecedor para el pueblo que lo que el pueblo pudo enseñarles.
Para esta tarea he obtenido información de las siguientes fuentes:
http://www.residencia.csic.es/expomujeres/index.htm
https://laescueladelarepublica.es/antecedentes/la-residencia-de-senoritas/
https://www.eldiario.es/comunitat-valenciana/residencia-senoritas-segunda-republica_1_1110350.html
También de los libros “La Residencia de Señoritas. 1936-1939. La etapa valenciana del grupo femenino de la Residencia de Estudiantes”, y “Dones plenes de somnis” (en valenciano), editado por la Regidoria d'Igualtat del Ayuntamiento de Paiporta, ambos de Cristina Escrivá Moscardó. Es de este segundo libro de donde he obtenido la imagen del sello de la Residencia, y podéis encontrarlo en el siguiente enlace:
https://paiporta.es/documentos/Dones_Plenes_de_Somnis.pdf
El resto de fotografías las he tomado yo misma.
Por si queréis visitar l’Hort de les Palmes, aquí teneis la ubicación:
https://goo.gl/maps/a9HtM73FRY1tG6Kx5
No hay comentarios:
Publicar un comentario